Bueno, me permitirán –espero- un pequeño desahogo de veterano pseudoamargado. Verán, ya van ocho días seguidos de plato (y los que nos quedan) y volver a trabajar, cuando tu trabajo no te gusta y sólo lo haces por dinero, no es el aliciente más motivador del mundo. (Incidentalmente: no acabo de entender cómo durante las vacaciones siempre pienso convencido que ya nunca volveré a trabajar, si llevo 17 años volviendo). En fin, que no tengo ganas de escribir un post optimista y alegre así que por una vez dejaré de lado mi habitual simpatía y positivismo (:0)))))))))))))))))))))) y escribiré sobre una de las pocas cosas que no me gustan del mediometrismo. A lo que iba. Que hoy me gustaría hablar de los Mundos de Yupi surferos. Por supuesto, sin dar nombres ni ponerles caras (además, es que hay demasiados habitantes de esos mundos en nuestras playas...) y, aunque pueda no parecerlo en algún momento, desde el máximo respeto y convencimiento de que cada uno con el surf y su vida hace y puede hacer lo que le plazca.
Partiendo de esta base... ¿qué coño fue de los bares?
Cuando yo tenía edad de universitario y quería hablar con mis amigos/as, escogíamos un bar guapo, quedábamos a una hora, y nos pasábamos el tiempo que hiciera falta destripando el mundo y a otros colegas entre cerveza y cerveza. Estaba bien. ¿En qué momento ese punto de encuentro ha pasado a ser la trayectoria de una ola?
Y es que cada vez más, en determinadas playas, te encuentras gente que va a hacer surf como quien va a pasar el día al campo. Y demasiado a menudo esos grupos se ponen a flotar en mitad del pico, tres o cuatro, sentados, hablando y sin siquiera mirar las olas. Y cuando viene alguien en la pared ni se inmutan, oiga. Mientras te obligan a dejarte la espalda en el slalom, te miran pasar como pensando... “¡Vaya! Un tipo haciendo surf...¿Qué estará haciendo aquí?” No penséis que se esfuerzan mucho en apartarse, no.
Ejemplo del día de autos, ni caso al de la ola, es que ni le miran, pá qué...
La Rotonda de Montgat tuvo la culpa... Es bonito, tanto buen rollo, tanta amistad.... El otro día, el último que hubo olas, cuando salí del agua a eso de las 11, tenía un chaval aparcado al lado, con una tabla que denotaba su inexperiencia. No por lo cutre, porque era bastante aparente, sino por las medidas: nadie en su sano juicio se compra una 8’6’’ o un 8’4”, que es lo que debía ser aquello, si no es para aprender o cuando ya controlas muchísimo. Mientras me cambiaba, se puso a hablar por teléfono:
-“XXXX, estamos en Sitges. Hace muy buen día, aunque ésto parece la Isla Fantasía. Vénte, mujer, que hay mucha gente conocida. Y hay mucha gente haciendo surf”.
Mucha gente haciendo surf, sniffff... Supongo que la tal XXXX (reconocí el nombre, que correspondía –o podía corresponder, que habrá más- a una ínclita representante del mundodeyupismo surfero barcelonés, pero soy discreto) debía llegar al rato con la tabla, la nevera, las palas y la sombrilla, cuando menos....
Tira, tranqui, que hay olas para todos...
Varias horas después, a las 19,30 volví para allá. Casualmente, aparqué en el sitio exacto de la mañana, y allí estaba aún el chaval de la 8’6”. O la 8’4”. Aunque por la mañana no habíamos hablado, le saludé educadamente y le pregunté que cómo es que aún estaba allí. Me contó que habían pasado el día, que se había metido tres baños... y que “yo que sabía de esto” si le podía decir qué diferencia había entre poner la quilla más adelante o más atrás. Yo le iba a decir que con esa tabla ninguna, pero se lo conté didácticamente hasta dónde llegan mis conocimientos longboarderos.
Al menos iba con single fin -lo cual siempre es signo de buen gusto y distinción- y al menos se esforzaba en preguntar, pero no eja de ser un ejemplo obvio de los Mundos de Yupi surf que nos invaden. Cuando llegó a su casa, ya oscuro, ¿qué debió contar a la familia?, ¿que había pasado un gran día de surf? ¿o qué había pasado un gran día de playa en que aparte de tomar el sol, jugar a palas y la cervecita con los amigos, pues había aprovechado un rato para hacer surf? No es exactamente lo mismo. ¿Seguirá haciendo surf dentro de un año? ¿Seguirán haciéndolo los 2000 como él que “surfean” porque está de moda? ¿Cuántos de ellos se engancharán, querrán aprender y se pasarán también el día allí en Enero, a ocho grados?
Esta foto no ejemplifica gran cosa, pero es curiosa... Y que alguien lleve una tabla como la del aire en esas olas también...
No quiero comparar, porque antes éramos muchísimos menos, pero en días así recuerdo mis principios, preguntando, sentado flotando al final de la preferencia mirando como pillaban los que sabían (aunque ahora me doy cuenta de que no sabían tanto...) para ver cómo se hacía, esperando mi turno. Ahora da lo mismo, aprender o no es lo de menos, lo que importa es quedar con los colegas para echar unas risas. Y si encimas pillas alguna que otra olilla, pues mira, todo eso que ganas y ya "has echado" la mañana...
En fin, no todo lo que os trae el medio metro es cómodo y agradable. Mientras no podamos huir de aquí, éste es nuestro futuro mediterráneo, lo que nos espera en el entorno de una gran ciudad, el mundo del Surfin’ Gallo.
¡Qué vuelvan los bares!
Nota final: supongo que habrá gente que no compartirá este post, o al que le parecerá políticamente incorrecto quejarse de lo que en él se cuenta. No pasa nada, no es más que un reflejo real de lo que es el surf hoy en el entorno de Barcelona. Además, no es más que una opinión personal, la mía. Y ésto es un blog personal, el mío. Aunque después de un debate que hubo en otro lugar en referencia a algunos comentarios míos de hace un par de posts sobre gente que lo rema todo, quisiera dejar bien claro que esto no es más que una reflexión y el resultado de una observación, que no afecta a mi comportamiento en el agua, que seguiré sin discutir con nadie, respetando el derecho de todos a hacer lo que les dé la gana con sus tablas y, de vez en cuando, explicándole a alguno de esos que reman con la tabla apuntando al cielo que la cosa no es así, que se ponga un poco más hacia adelante...
No, por si acaso... Ah, y me perdonen si parezco un viejo cascarrabias, ya lo he advertido al principio.
*fotos tomadas prestadas de la web www.thebigkahuna.es