MEDIOMETRISMO: SURF EN LA COSTA CENTRAL CATALANA

Un relato gráfico y comentado sobre olas pequeñas, swells escasos y gente que hace del medio metro una forma de vida. Algunos, hasta lo convierten en una forma de expresión personal.

Y es que en realidad, si de lo que se trata es de disfrutar de la vida y el mar... ¿para qué necesitamos más tamaño?

jueves, 30 de octubre de 2008

SURF ART DE ANDAR POR CASA (II)

Como muchos sabéis, a los mediometristas mediterráneos interesados en el surf se nos acusa a menudo de estar pensando más de la cuenta en la parafernalia surfera, especialmente cuando no hay olas. Sin negarlo del todo, tampoco sé qué tiene de malo. Vistos los valores históricos y pioneros de la historia del surf y la atracción estética de sus años dorados -finales de los 50 y la década de los 60- me parece un ámbito de cultura popular con una imaginería lo suficientemente entretenida en la que fijarse. Hay otros que coleccionan vitolas de puro o etiquetas de cava, oigan... Y si hoy, hasta un deporte que tan claramente es un simple juego como el fútbol está viendo legitimada su historia por la vía de grandes escritores que le reivindican el pasado (Roberto Fontanarrosa, Javier Marías, Ryszard Kapuscinski o Henning Mankell; ah!, y Nick Hornby, aunque este grande-grande no es que sea) o programas televisivos de contenido documental, retrospectivo y no partidista... ¿por qué debe avergonzarnos traspasar de vez en cuando esa otra línea del surf, la que no tiene que ver con mojarse en el agua?


Yo la he cruzado, y en realidad cualquiera que esté haciendo fotos de surf con una voluntad ligeramente artística, se compre un dvd de Bruce Brown o tenga el libro “Stoked” en su casa también la ha cruzado. Y eso no significa absolutamente nada reprobable, sólo que queremos llevar nuestra afición un poco más allá en los días –que aquí son multitud- en que el mar no tiene ganas de, como dice un lector del blog, arrugarse. En resumen, es tener verdadera y prácticamente claro eso que tan a menudo se afirma de que el surf no es sólo un deporte o lo de que es el único deporte asociado a una cultura propia.


Y puestos a hacerlo, hagámoslo a consciencia.

Este verano pasado, en Biarritz, se celebró la segunda muestra del MIACS (Mercado Internacional de Arte Contemporáneo Surf) : http://gallery.me.com/g.decoster#100030

Allí, entre fotos y acuarelas originales de John Severson, esculturas varias, fotografía experimental y pinturas excepcionales (y excepcionalmente caras), se lucían también algunos displays, diversas boutades (mi padre las llamaba “pijotadas”...) y obritas menores de aquellas que la primera frase que llevan a la boca es la consabida... “pues esto también podría hacerlo yo”.



Y, como siempre que se dice algo parecido se olvida nada más salir por la puerta, esta vez, imbuido del espíritu estival, para variar... lo hice yo. Si ser artista hoy en día es fácil... Así que escogí una auténtica rama de árbol arrastrada por el mar y encallada en las rocas de la playa de la Côte des Basques (quien la conozca y se fije en estas cosas sabrá que es una auténtica fuente de tesoros y objetos encallados, ya que cuando la marea está alta el agua cubre por completo las rocas y embarranca cientos de objetos salidos de las rías guipuzcoanas, sobre todo tras temporales de lluvia), elegida por su innegable forma de big wave; a continuación arranqué un pequeño surfero de plástico que venía en una caja de galletas de metacrilato con forma de ola que al abrirse activaba un medley de canciones de los Beach Boys y que mi hermano me trajo de Memphis hace años (probablemente la cosa más hortera que ha entrado en mi casa desde que dejé de vestirme a la moda de los 80), le busqué la ubicación al surfer en la rama para que pareciera lo más real posible, un par de rayas de pegamento Imedio... et voilà!.

¡Mamá, ya soy artista!

No sé si enviarlo al MIACS 2009... :0) Que ahí donde lo véis, mide alrededor de medio metro, si no más. Tampoco sé que nombre ponerle. Igual lo bautizo "My brick"... que es como pronunciaron hace años "Mavericks" en un documental de La 2.

Si aún tendrán razón... Al final la falta de olas nos afecta...

lunes, 27 de octubre de 2008

MANOS A LA ESPALDA

Hay veces –pocas- que algunas cosas te ocupan la cabeza con cuestiones más importantes que el surf. Si llevas un blog de surf, lo lógico es que se resienta algo, así que mientras acaba esta corta fase de falta de inspiración y se me vacía el disco duro mental de otras cuestiones, os dejo un par de fotos: la primera, una obra de arte (pfffffffffff...) digna de portada de Glide llamada "Longboarder frente a la inmensidad" (lograda con la técnica de apuntar demasiado arriba con la cámara de muñeca sin pretenderlo...)



... y la segunda una de acción dedicada a dos de mis más queridos y habituales lectores/comentadores, los Sres. Llarga-ample –i-dura y El Principito (en sus diversas manifestaciones emocionales). :0)



Los que hayáis leído comentarios de posts anteriores ya lo entenderéis...


Y ya que estamos, también me puedo dejar caer en el pozo del tópico más vil, para el cual no hace falta demasiada inspiración, y recordar al albur de esta foto y su debate sobre el interesante tema "Las manos a la espalda en el surf: ¿una forma de expresión personal o una gilipollez absoluta?", la manida –pero no por ello menos interesante- cuestión de la estética en el longboard. ¿Es más bonito un aéreo a la Taylor Jensen o un dominio fluído de la pared a la Joel Tudor, aunque saque la mitad de agua con los cantos que cualquier otro pro de la actualidad?


Yo me quedo con lo segundo, aunque trate de acercarme todo lo que pueda -que no es demasiado- a lo primero por simple ansia de mejora técnica personal. Y, sobre todo, porque aunque no lo parezca, es muchísimo más difícil surfear como Joel Tudor que como Collin McPhillips o Phil Razjman. El dominio de la técnica está al alcance de muchos; la interacción absoluta con la ola, de muy pocos.


Y bueno, porque me gustaría ver a Taylor Jensen sacando la tabla en una ola mediterránea de palmo y mitad...


Por cierto, esa foto, aparte de las limitaciones estéticas de que sea mía -es decir, de alguien muy poco dotado antropomórficamente para salir equilibrado y relajado en una foto de acción-, pone de manifiesto muy claramente por qué a los amantes del longboard como expresión visual les molesta el invento. Anda que no queda feo ahí colgando...


Y para hacer alguna aportación al tema "manos a la espalda", recuerdo una leyenda urbana que contaba que a Julio Iglesias le hacían trajes sin bolsillos cuando empezaba a cantar porque no sabía qué hacer con las manos y acababa metiendo la que no sujetaba el micro en el bolsillo, lo cual al parecer no quedaba muy bien de cara al público. Pues digamos que igual ponerlas a la espalda soluciona qué hacer con ellas en esos larguísimos y prolongados noserides de aproximadamente medio segundo que nos proporciona nuestro Med.

viernes, 17 de octubre de 2008

JUNX

Después de unos días de cierta intensidad surfemocional, por razones varias, es agradable abrir una de nuestras web de fotos de cabecera (www.thebigkahuna.es) y encontrarse con un viejo amigo esperando allí. Y todo gracias a la costilla fisurada de Norman, que nos sigue permitiendo disponer de un excelente archivo fotográfico de las sesiones de los últimos días. Creo que entre varios le vamos a romper otra costilla, para seguir disfrutando de fotógrafo en todas las sesiones. Y además, me está solucionando el trabajo gráfico del blog... Lo echaré de menos fuera, cuando vuelva al agua.

Como decía, entre las fotos del pasado fin de semana me he encontrado a Junx. Junx me es caro de ver en el agua: entre que no coincidimos en las zonas geográficas y que sus horarios y los míos, a menudo por razones familiares, son diferentes, ya no le veo tanto como cuando yo vivía en Barcelona y me dirigía al norte de la ciudad si las olas cuadraban. O como cuando la ola de Port Ginesta, en Castelldefels, aún mantenía la claridad y regularidad que la hizo popular, antes de que los poderes inmobiliarios rellenaran su fondo con la arena sobrante de la ampliación del puerto deportivo.

Justo ahí, en Port Ginesta, le ví por primera vez. Hace de eso muchos años. Muchos. Cuando yo empecé, él ya estaba allí, tan amable como ahora con la gente que empezaba. Para mí, entonces, aunque luego supe que él tampoco llevaba tanto tiempo sobre una tabla, cualquiera que estuviera en el agua y se pusiera de pie era algo parecido a un dios del surf, al que miraba con ganas de ser tocado por parte de su sabiduría. El fue de los primeros a los que puse cara. Supongo que él no se debe acordar, porque marca más lo que es nuevo, pero yo si soy consciente de que uno de los primeros -si no el primero- saludos y consejos en el mundo del surf lo recibí de su parte; no consigo recordar qué me dijo, si fue algo sobre cómo cansarme menos remando o sobre otra cuestión, pero sí la situación. Entonces no había youtubes, ni escuelas, ni veteranos de gran nivel a los que observar para aprender, por lo cual la suya es una de las primerísimas imágenes que conservo de mi llegada al surf.

Con los años, a fuerza de irnos viendo, nos fuimos haciendo casi amigos. Gustos musicales más o menos compartidos y cierto apego –más por su parte que por la mía- a subculturas de todo tipo nos daban un tema de conversación más allá de aquello de lo que pudieran hablar gente que solo se ve en el agua. Hasta conseguí que se viniera a más de un concierto de surf instrumental, género que considera demasiado light para sus espasmódicos gustos rítmicos. Alguna vez hasta reconoció haber disfrutado. El último consejo me lo dió este pasado fin de semana, creo que en la misma sesión de las fotos: “ve al In-edit (festival de cortos y documentales musicales) y no te pierdas el documental sobre Hunter S. Thompson”. Con consejos así, quién necesita asesores culturales… Hunter S. Thompson, para los que no caigáis, es –entre varias cosas más- el periodista psicótico de la película “Miedo y asco en Las Vegas”, el personaje real que inspiró la historia.


Junx –Xavi Junqueras- fue en su día Legal, batería de los Antidogmatikss, legendario combo del hardcore contestatario catalán que, como suele suceder en estos casos, no se comieron un torrao a nivel de gran público pero tuvieron un gran predicamento en determinada escena subterránea catalana de los 80. Aunque muchos no éramos precisamente de esa cuerda estilística, cualquier barcelonés con gusto por la música underground recordará aquellos años de conciertos en fiestas políticas, “casals” okupados y garitos opresivos de parecido pelaje. No hace mucho reemprendió su actividad musical (va a ser la menopausia…) con un grupo de parecido género llamado Budellam, que es una palabra catalana para significar algo así como “casquería” o “paquete intestinal”. Estos jarcoretas… :0) Pero no hagan caso, es un trozo de pan; si no me arriesgara a entrar demasiado en la intimidad –no creo, que no tiene más trascendencia el motivo, pero por si acaso- les contaría el origen del sobrenombre de Legal, para que vean si es buen chaval…

Algún año se ha venido a los festivales de Salinas, como tablonero convencido que es, aunque es de esos tipo soul surfer que afirma que la competición no casa con el espíritu del longboard.

A mí me hace especial ilusión coincidir con él en el agua, las pocas veces que pasa. Si lo véis entre las olas algún día, preguntadle cualquier cosa, es uno de los personajes locales con más cosas que contar y con más capacidad para explicarlas. Una figura habitual y discreta en el agua. Una de esas personas que convierte un baño en algo más que una sesión de surf.


Y como Norman solo le hizo un par de fotos, adjunto aquí arriba la de otro perillero ilustre y lector del blog, Jordi V., que sé que le gusta verse, del mismo día, para rellenar, porque es bonita y porque transmite velocidad; y una más, por ahí arriba, de uno de nuestros picos tabloneros favoritos (por bonito que les parezca en foto, no vayan con menos de una 8 pies, no merece la pena), ahora que ya no es precisamente un “secret spot”.

Por cierto, no he podido encontrar en la web ninguna foto en la que se le vea bien a la batería.

Para el próximo post, va otra de fotos de agua.

lunes, 13 de octubre de 2008

BAILANDO EN EL ALAMBRE (o LLEGÓ EL OTOÑO)

El otro día preguntaba Fredoviedo en su nuevo blog (fredoviedosurf.blogspot.com) qué es el surf para cada uno de nosotros.

Horas después, pensando en ello y sin razón aparente, recordé el inicio de una vieja y muy desconocida canción de los primeros 80, “Bailando en el alambre”, de Polanski y el Ardor. Y me dí cuenta de que es fácil: el surf es algo que evita que te sientas así cuando, como es mi caso, empiezas a tener más años de los que puedes creerte y te preguntas donde están los que ya han pasado:

Casi todas las puertas
se cierran en tu cabeza.
Es el principio del final y tú lo sabes muy bien,
Es jodido y tú lo sabes.
Es la misma vieja historia de siempre,
El tiempo no espera a nadie.
Ya ves que no!
Bailando en el alambre...



Y, en consonancia con el estado de ánimo de la canción, nos han llegado ya los primeros baños de apariencia otoñal. Que no fueron estrictamente el Levante esperado, pero toda ola es bienvenida.

Van unas fotos del jueves. Última hora de la tarde, muy poca luz, mar revuelto, cielo gris, unos cuantos shortboarders apiñados resguardados a la protección del espigón y las orilleras. Y un longboarder solitario a mar abierto. Una metáfora de la vida, quizás.













Habrá lectores que lo reconocerán. Para el resto, es Toni, local de gustos vintage y estilo clásico en materia de surf, y autor de una de las dos frases que encabezan la portada del blog. El tablón es un Montjuich (www.montjuichstuff.com).

jueves, 9 de octubre de 2008

MEDITERRANEAN PLEASURE

Ahora que, por fin, parece que vamos a disfrutar de un fin de semana más o menos grande y agitado (ojalá Neptuno nos escuche y sea más que menos), si bien lluvioso y gris (el cielo) y marrón (el agua), no está de más recordar otra vez lo que somos y lo que en ocasiones hace grande y placentero al mediopalmismo, que es lo que tenemos los mediometristas cuando está pequeño.


Un madrugón sin esperanzas que acaba en baño siempre es una buena recompensa al esfuerzo de levantarse de la cama a según qué horas. Aunque sea con el mínimo minúsculo surfeable incluso para nosotros, que gozamos con bien poco. El sábado pasado sucedió algo así, esa minusculez estaba glassy y se convirtió en un relax reposado, sin apenas gente, sin invento y con el agua aún caliente. Con un punto de ridículo, si quieren, porque las olas, en otros lugares, apenas serían consideradas surfeables. Pero como suelo insistir, somos de buen conformar y cuando hay hambre se comen chispas, que decían del perro del afilador... Y lo bien que saben a veces esas chispas.


Lo cierto es que fui muy optimista, porque las olas eran realmente pequeñas. Con sinceridad, a las 8.15 de la mañana, viendo sólo el tamaño de las olas (ese noseriding acaba directamente en la arena)... ¿quién de vosotros hubiera entrado?





Había un par de surfers mirando, antes de que yo llegara -habrían madrugado mucho, desde luego-, que no tenían intención de entrar. En el agua sólo estaba Bobby, un inglés de Brighton que asegura que "The Med is the real thing, man", pillando lo que podía. Después de un rato hablando con ellos frente al mar, les dije que yo me metía, que ya que había llegado allí probaba a ver. Fue ver dos olas y ya estaban cambiándose nerviosos y acelerados para entrar. Y es que a veces nos hace falta un empujoncito. Y eso que uno anda con stand up. Que conste que en invierno, con el mismo mar, no tengo intención de dárselo, los escarpines, el 4.3 y yo no somos tan buenos amigos.


Este post, de paso, será el primero dedicado personalmente. A Barlow, ese tablonero asturiano de pro que tan generosamente tuvo a bien deshacerse a un precio muy asequible de la tabla que se ve en las fotos bajo mis pies a cambio de.... ¡esto!:



Un Herbie Fletcher modelo The Thriller que pesa menos que la parafa que le pone encima y al que se le han olvidado acabar el nose. Estos longboarders progresivos y radicales, hay que ver qué aparatos se gastan... ;0)


Gracias, Gerardo, eres un amigo, un mediometrista agradecido nunca te olvidará. Y eso que no pensaba yo que una Lufi 9’1” modelo Paulo Kid , shapeada más bien para competición u olas más consistentes, pudiera funcionar con tanto gusto y clase sobre olas pequeñas. Lo afirmaba la web de Lufi, que se defendía bien en poco tamaño, y eso ayudó a que me decidiera, pero aún así desconfiaba un mucho de ello. Como cantaba Gato Pérez (o Rubén Blades. O ambos) la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.


También se lo podría dedicar a unos cuantos amigos, que seguro sabrán apreciar esa elegancia (ehemmm, pero es que si no me lo digo yo...) en el crostepping, esa solvencia, ese saber estar, ese final feliz... Pero no lo haré... :0)


Para acabar -no sé si debería decirlo- reconozco que cada vez disfruto más de sesiones como esta –bien, sumémosle un par de palmos...- que de maretones grandes y altas espumas que remontar. Va a ser la edad. O el virus mediometrista que me he ido inoculando yo sólo.

lunes, 6 de octubre de 2008

GRANDES FRASES MEDIOMETRISTAS

Supongo que muchas de ellas son extrapolables a otros lugares. Pero, después de años de surf, uno acaba identificando como propias algunas frases o situaciones que se van repitiendo una y otra vez. Estas son las primeras que me han venido a la cabeza. (Para ayudar a digerir el texto, añado una foto de este Septiembre y un par más del mini swell de la semana pasada).


“Hace media hora estaba de puta madre”.

Dícesete cuando llegas a una playa, entras al agua y está la cosa surfeable pero normalita o tirando a patética. Da igual que sean las 9 de la mañana. Si tú contestas: “no, si hace media hora estaba aquí, pero como era una mierda me he ido a desayunar a ver si mientras tanto mejoraba” la respuesta será que sería hace tres cuartos de hora, pero que estaba muy bien. También conocido como “efecto Sitges”. Ventajas: cuando es verdad, sirve para tocarles las narices cariñosamente a los colegas que han llegado tarde. Desventajas: de tanto usarse sin ser cierto, cuando lo es nadie te cree y te miran como si estuvieras haciéndote el listo. Yo he vivido en primera persona la perfección máxima de esta frase, un día que uno me aseguró “tío, esta mañana me he hecho unos tubazos increíbles justo ahí”, mientras señalaba una parte de una playa en la que jamás se ha visto un solo tubo.



“Pillo una más y me salgo”.

Normalmente proclamada por alguien para justificar pillar una ola que no le toca. Una hora después, sigue en el pico. A veces la intención de salir es real pero, si la ola es mala, se vuelve atrás para intentar marcharse con una más digna y, si la ola es buena, se vuelve atrás para ver si llega otra parecida. Cosas del vicio... Recientemente asistimos en directo a una nueva variación, “déjamela, que me voy”, que viene a ser lo mismo pero ya en plena remada.


“Parece que está subiendo”.

Ya saben, no hay más ciego que el que no quiere ver. Y unos mediometristas mediterráneos sentados esperando olas en un swell de dimensiones lamentables siempre tienen la esperanza de que la cosa vaya a mejorar. Es necesario tenerla, para nuestra higiene mental. A veces incluso mejora, no crean, pero pasa pocas veces. Esta frase también dispone de su variante esperanzada para días ventosos: “parece que está parando el viento”. Normalmente, esa frase se pronuncia unos dos minutos antes de que las ráfagas más fuertes del día acaben de joder lo poco que hay.



“Esta noche no salgo, que para mañana hay previ”.

Sin comentarios. Suele pronunciarla alguien que al día siguiente se presenta en la playa al mediodía, resacoso, cuando ya no quedan más que los restos, ha entrado el viento o se ha saturado la ola. En parte, si eres muy joven o de los que la noche te confunde, se puede comprender, ya que aquí las previsiones del día siguiente significan poco. Y para perderse una farra segura por la simple posibilidad de un baño hay que tener un importante grado de madurez surfística. Tengo un amigo que –salga o no- dice a menudo “¡mañana quedamos para una early morning session! Y se presenta invariablemente entre 12,30 y 13, cuando los demás ya salimos del agua.


“Es que me divierto más con la tabla corta”.

Muy repetida en playas del sur de Barcelona, a causa de sus olas básicamente longboard oriented. Es la respuesta habitual de shortboarders locales después de horas de insistir infructuosamente en disfrutar orilleras enanas u olas de tamaño digno pero muy escasa potencia, mientras los tabloneros presentes se los miran con cara de curiosidad o les dicen “pero nen, cómprate un tablón” (otra frase típica, a la que en realidad no hace falta que nadie le haga caso, eh, ya estamos bien así...). Pero bueno, si es por divertirse, cada uno se divierte como quiere, ya se sabe... Hasta hace unos años –la cosa ya ha cambiado- la misma idea se podía transmitir con otras frases tipo “es que el tablón es para puretas”, "es que el tablón no cabe en el coche", "es que con el tablón no se pueden pasar las barras" o la muy graciosa “es que con el tablón no se pueden hacer maniobras".



“Neng, ej que no t’he vit.to”

Cuando es verdad, se le explican al chaval –si es novato- un par de cosas de buen rollo para que la próxima vez te vea mejor. Pero es que a veces te la suelta uno que te ha saltado la ola mirándote a los ojos. En fin...


“¿Qué tal? ¿Cómo está?”

A ver... Entiendo perfectamente que esta es una frase amable de saludo y cortesía cuando te encuentras con alguien que va a entrar cuando tú sales del agua, pero no deja de sorprenderme. Pues cómo va a estar, así, como lo ves, que lo tienes delante, hombre. (Perdón, al final me ha tenido que salir el comentario de viejo gruñón).


“¡Bien luchado!”

Memorable frase irónico-sarcástica acuñada por un longboarder local de Sitges, Raúl Ayas, después de verte machacarte en una larga y esforzada remada sin conseguir coger la ola.