MEDIOMETRISMO: SURF EN LA COSTA CENTRAL CATALANA

Un relato gráfico y comentado sobre olas pequeñas, swells escasos y gente que hace del medio metro una forma de vida. Algunos, hasta lo convierten en una forma de expresión personal.

Y es que en realidad, si de lo que se trata es de disfrutar de la vida y el mar... ¿para qué necesitamos más tamaño?

lunes, 22 de diciembre de 2008

CODA SURFERA (a la canción de antes): MEDIOMETRISMO EN ESTADO PURO






Poco después de acabar la entrada de antes, abro el correo y me encuentro que Marc Durà (sueltaelancla.blogspot.com) me ha enviado estas fotos mías, tomadas por él en alguna tarde de otoño o primavera, esencial y básicamente mediometristas en el fondo, en la forma, en el alma y en el espíritu y que no pueden ilustrar mejor la sensación, el gozo y el orgullo de ser longboarder( o surfer) que intentaba describir antes con la ayuda de la canción. Benditas casualidades. O destino cotidiano. Y muchas gracias, Marc, por captar perfectamente lo más profundo de lo que yo entiendo por mediometrismo.

AWAY, ALL AWAY...



It was one day at five thirty
I went down to the beach
The afternoon was dying
There was purple at its feet

I love the shades of nightfall
The faded blues and greys
The silver on the water
Seems to push so many things away, all away..


Para ir acabando el año -el único cambio de año que vivirá este blog- recuperaré por un momento esa adolescente y entrañable costumbre de usar frases de canciones para extrapolar la vida con palabras que otros han escrito o cantado. Con una canción bastante reciente y muy poco conocida: “Pandanus”, de Robert Forster.


Así empieza:


Era un día cualquiera a las cinco y media

Bajé hasta la playa

La tarde estaba muriendo

Había púrpura a sus pies


Me encantan las sombras de la caída de la noche

Los difusos azules y grises.

La plata sobre el agua

parece llevarse tantas cosas lejos, muy lejos...


¿A alguien se le ocurre una manera mejor de definir una de esas sesiones de tarde, solitarias y terapéuticas?


Por supuesto, Robert no estaba pensando en el surf, supongo que sólo en un paseo reflexivo y tranquilo por la orilla del mar, a la puesta de sol. Pero nunca se sabe, porque con los Go Betweens, su grupo hasta la reciente muerte de su compañero Grant McLennan (a quien homenajea “The evangelist”, el disco en que se encuentra esa canción), ya habían tenido alguna que otra relación literaria con el surf, como tantos grupos australianos. Sobre todo en su canción “Surfin’ magazines”, que en "That stripped sunlight sound", un dvd de un directo en Brisbane, dedican desde el escenario directamente a Nat Young, Midget Farrelly, Rabbit Bartholomew y otras leyendas del surf australiano.





El disco es reciente y minoritario, así que no hay aún en youtube ninguna interpretación de la gloriosa “Pandanus”, sólo este video de fotos pegadas hecho por un fan. Servirá al menos para que escuchéis la canción, si os apetece. Me permitiréis pues que por una vez no cuente nada del surf local, sino que me limite a desearos felices fiestas (a aquellos que crean en este tipo de deseos) con el anterior clip y con su interpretación de “Surfin’ magazines”, ya en solitario, sin el tristemente ausente compañero de tantos años.


Y así acaba la canción:


One hour in that air
Some gentle people there
Nothing’s going to get you or bring you down
The sun has gone and it’s taken your troubles somewhere, somewhere.


Una hora en ese aire, unas cuantas personas amables allí, nada te va a agobiar o hacer que te vengas abajo, el sol se ha ido y se ha llevado tus problemas a algún otro sitio, a algún otro sitio...


Que vengan ya las sesiones de primavera!!!!



lunes, 15 de diciembre de 2008

PUES SERÁ VERDAD QUE EL SURF ES COMO EL SEXO...



Había oído que hay sesiones, e incluso olas, orgásmicas.

Debe ser verdad. Ayer por la mañana ví algo que aún no había visto.

Estaba surfeando en una conocida derecha renacida, una ola que cuando la acabas hasta la orilla es mucho más cómodo patearte la playa hasta el espigón y entrar por el canal que remontar todo el trayecto. Pues bien, en uno de estos paseos de vuelta al pico me encontré a un surfer que, tras salir del agua con una espuma, se dirigió a la arena, tendió la tabla de forma paralela a la orilla, sacó un cigarrito de una mochila que había dejado allá, se tumbó con la cabeza apoyada en la mochila y la tabla, y se puso a fumarlo relajadamente, mirando alternativamente al cielo y al mar. Ojo, sin quitarse el neopreno, ni los escarpines, ni secarse, ni nada. Y vale, hacía solecillo, pero la temperatura no pasaría de 11 o 12 grados. Va a ser verdad que la última ola suya debió ser para correrse...

Digo yo. No fumo ni he fumado, así que desconozco el papel relajante de hacerlo tras la consumación del acto “sersuá”, pero eso te cuentan y eso se ve en las películas y las novelas con escenas de cama...



Como desgraciadamente no llevaba la cámara acuática encima, no hay constancia gráfica. Así que utilizo de acompañamiento visual a esta modesta entradilla unas magníficas fotos de Toni T. del swell de hace unas semanas. Buen punto de vista lo de subirse a la montaña para ver el mar.

jueves, 11 de diciembre de 2008

LABIAZO ESCALA 1:5




Ya véis, esto es la versión mediterránea estándar -las hay más grandes- del surfer que ve delante suyo como la ola va a cerrarle. Mucho más sano para la adrenalina, mucho más cómodo para el corazón, mucho menos arriesgado para la salud... Eso sí, corresponde a una sesión del viernes pasado de la que lo único que saqué fue una seria faringitis que aún me dura: ¡así que nuestras olas también son peligrosas!

viernes, 5 de diciembre de 2008

PERSONAJES LOCALES: NORMAN

(H)ojeando –es que hacía las dos cosas, hojearla y ojearla- el otro día la revista 3sesenta, leí en la sección de noticias el siguiente texto: “El longboarder catalán Norman Perdigó continuará bajo el patrocinio de la tienda Big Kahuna”.


Con su "espónsor"


Impresionante notición... No sé de donde habrá sacado la redacción de la revista esa información o si sabe realmente lo que significa para un longboarder catalán ese patrocinio. Quizá diez pastillas de parafa al año... Puede que un par de licras y un invento. Y a lo mejor la inscripción gratis al campeonato que organiza Dave. Lo gracioso es que cualquiera que lo haya leído por ahí se pensarà que por aquí tenemos longboarders pros que se dedican a viajar y competir allende el Mediterráneo. Ya nos gustaría. Y ya le gustaría a Norman, principalmente.Y seguramente a Dave también le parecería bien poder permitirse esponsorizar a alguien en serio. Pero el surf aquí aún es lo que es. Y la mayoría prefieren que no sea otra cosa. En mi caso depende del día, que para eso soy algo bipolar.


Pero como reflexionando sobre ello resulta que Norman debe ser el único longboarder local que aúna las circunstancias suficientes de edad, calidad y ganas como para salir por ahí a dejarse ver por el mundo competitivo, pues qué mejor que aprovechar la “noticia” para presentarlo en la galería de personajes locales del blog.


Sacar esa Bear del agua tenía mérito, ya lo creo


Cuando conocí por primera vez a Norman él se pensaba que yo era un capullo y yo pensaba que él era un capullo. El paso de los años nos ha abierto los ojos y se ha demostrado que el único que tenía razón era yo... :0)))))))))


Qué no, que no va en serio. Ninguno de las dos la teníamos... Son cosas de “la interné”, de sus apariciones entonces como notorio y provocador personaje apodado XXX en el –en aquel momento- activo foro local de la comunidad de la web Surfbcn. Y de las respuestas que dábamos otros a sus provocaciones. Cosas de la edad... Pero como dice él, la virtualidad es una cosa y la realidad física otra; y los campeonatos locales y el encontrarnos una y otra vez en los mismos line-ups a lo largo de los años han fomentado una singular camaradería entre los longboarders de por aquí (que para eso somos pocos) que, sin necesidad de ser todos amigos de todos, nos ha permitido conocernos mejor e intercambiar experiencias; pudiéndose así probar de primera mano el conocido dicho local según el cual “todos los longboarders catalanes son gente muy rara”. Excepto yo, por supuesto, que soy normal... Buena gente todos, pero tendrían vdes. que verlos y vivirlos...


Lo dicho: que pese a que en ese primer campeonato que organizó Raúl Ayas (otro personaje al que se le puede dar de comer aparte...) en Sitges en 2002, Norman nos pegó a todos un baño (y nunca mejor dicho, reconozcámoslo, que a mí aún me escuece) ese año se inició una especie de comunión entre el grupo de longboarders barceloneses –o del entorno- más habituales. Comunión que ha llevado a viajes conjuntos, apariciones en competiciones diversas, alguna que otra cena, encuentros en conciertos de música surf, proyectos y actividades de lo más diverso y más o menos exitosos, y, como es inevitable en colectivos más o menos cerrados, algún que otro mal rollo. Lógico. Nada nuevo sobre la faz de la tierra.


En Hawaii, que es un surfer viajado.


Norman remite también al ejemplo de que hablábamos no hace mucho de surfer local que de haber vivido en otro lugar y haber arrancado antes hubiera alcanzado un importante nivel técnico. De ahí sus intentos, hasta el momento infructuosos, de abandonar nuestro querida cuna mediterránea en busca de olas mejores y más constantes, en Canarias o Portugal.


Como a algún otro por aquí, y aunque él defienda su gusto por pruebas amateur ante las más profesionalizadas (va a ser porque tiene más posibilidades de ganar...), a Norman le gusta más competir que a Ana Obregón un miembro viril joven, y ha tomado parte en diversas pruebas del circuito de la Asociación de Clubs de Longboard. Con éxito, para tratarse de un longboarder mediterráneo.


En uno de sus picos locales favoritos.


Personalmente, lo que más me soprende de Norman en el ámbito surfístico (aparte de su rápida evolución y su automotivación cuando compite) es su extraña capacidad de madrugar. Mira que yo madrugo, pero muchas veces cuando llego al pico me lo encuentro en el agua después de haber ido, vuelto y vuelto a ir a tres o cuatro playas. O va a ser el insomnio o va a ser un caso claro de ansiedad surfera: es decir, cuando la expectativa de olas no deja dormir. Porque algún que otro día no deben ni haber puesto las olas cuando llega.


Una vez tuve a bien traspasarle (previo pago, no nos engañemos) una de mis tablas a Angela, su pareja. Y él tuvo a bien meterla en un metro y medio cerrón de Montgat y batir el record Guinness de “pedazos en que se puede partir una tabla”. Cuatro, ni más ni menos. Si es que no saben salir a tiempo... Sniffff, una preciosa Lufi coloreada cual Harley Davidson, que acabó al menos sirviendo de fotografía promocional para los Surfin’ Burritos, otra actividad a la que Norman dedica el tiempo libre y su guitarra y con la que poco a poco intenta abrirse un camino en la atestada escena del r’n’r clásico. www.myspace.com/thesurfinburritos



Pues ya ven, este es nuestro “longboarder pro”, según 3sesenta. Probablemente mejor que algunos que hacen el circuito nacional, pero lastrado por su mediterraneidad. Podríamos decir que actualmente es el longboarder catalán de referencia -si es que tal cosa existe- aunque seguramente habrá (claro que los hay, pero no pretenderán que diga nombres) quien asegura que su estilo ha sido durante un tiempo en exceso shortboardero y poco respetuoso con el clasicismo. Pero ya saben que aquí somos unos puristas y unos fundamentalistas del tablón y que es el único sitio donde para algunos lo que baje de una 9’6” y un grosor de 3” es una tabla corta. En fin, un personaje que en sus inicios parecía que iba a ser controvertido pero que con el paso del tiempo ha demostrado ser exactamente igual que el resto de longboarders locales: más raro que un perro verde. Excepto yo, creo que ya lo he dicho...


* todas las fotos cedidas por Cristian Perdigó y Angela Turró.